Llego la hora de quitarle a nuestros pacientes el estrés que significa cuando se van a realizar una endoscopia y al ser egresados les dan su informe y les dicen que les tomaron biopsias...

y peor, cuando te dicen que estará lista en 10 días hábiles... Eso, genera a nuestros pacientes mucho estrés, lo primero que piensan es que tiene algo maligno. Hoy, quiero que sepan que a veces se hacen biopsias no porque es maligno sino porque son necesarias para otro motivo.

Hablaremos de unas de las más comunes, les conversare de unas biopsias de estómago que se toman y se llama Protocolo de Sydney.

El protocolo de Sydney consiste en tomar 5 muestras, dos de ellas en antro (parte baja del estómago), dos en el cuerpo (parte media del estómago) y una en el ángulo (curva menor del estómago), sitios ya preestablecidos, que se toman en pacientes para determinar el riesgo de cáncer gástrico, son tomadas en todos los pacientes mayores de 40 años, pacientes con antecedentes familiares directos de primer grado con cáncer gástrico, pacientes con gastritis atrófica con el fin de detectar atrofia gástrica, metaplasia intestinal o displasia, cambios que pueden generar en un futuro en malignidad.

El resultado reportado por la biopsia se compone de unos números que son llevados a una tabla, se toma en cuenta el número, si el paciente tiene en ese momento la bacteria de helicobacter pylori y antecedente familiar directo, con esto, se determina el tiempo para realización de una próxima endoscopia que puede ser a los 6 meses, al año, a los 3 años o a los 5 años.

Es importante quedarnos entonces con el concepto de que estas biopsias se usan como una estrategia para aumentar la detección de lesiones premalignas gástricas para así detectarlas tempranamente y tratarlas lo más pronto posible. Que su resultado nos ayudara a establecer el seguimiento de cada paciente en particular y de esta forma se evitaran la realización de estudios sin necesidad.